Quizás el título de esta editorial puede resultar un poco filosófico, sobre todo pensando ¿qué es lo que definimos como una mala persona? En la sociedad moderna occidental podemos tener algunos parámetros comunes, sin embargo, podría seguir siendo subjetivo, por lo que mejor acotemos lo que queremos decir.

Primero, lo mejor es colocar ejemplos, tales como el Jefe que para justificar sus ineficiencias y mediocridades le carga la culpa a su equipo, siempre respaldándose, siempre desconfiado, siempre tan individualista que no es capaz de imaginarse personas trabajando bajo un mismo objetivo, pero además, eso de “cubrirse” lo hace de mala intención, siempre colocando “trampas” a las personas del equipo, con el fin de cuando se caigan empiece el “chantaje profesional” y por ende las “amenazas profesionales” tales como, “si no haces esto u otro te despediré” y otra “joyitas” como esa; en fin, lamentablemente son personas que no quisiéramos encontrarnos, pero existen y no solo eso, muchas veces los validan otras personas también medias malas (por lo general se coluden) que hacen que este mal en las empresas esté presente y sea tan difícil erradicarlo, ya que donde hay mediocridad estas personas se multiplican como mala hierba.

Y aquí es lo que hace deLogística, preguntarse lo obvio ¿Qué hacemos cuando nos encontramos con estas personas? Quizás lo primero es observar y escuchar, ya que se debe identificar los grupos de poder de estas personas mediocres, que por lo general son transversales ya que se identifican y se potencian, por lo que la prudencia cobra mucha importancia en estos casos pero sin nunca entrar en parálisis por análisis, sino que solo sabiduría para tener asertividad a la defensiva, es muy incómoda esta situación, sin embargo, al final son como las “marejadas” las cuales sabemos que en algún momento deben pasar y no se perpetuarán en el tiempo.

Todo lo anterior nos lleva a preguntarnos, este tipo de personas ¿puede llegar a ser un gran líder? La respuesta pareciera obvia, pero si argumentamos nos encontramos con varios aspectos de las habilidades “blandas” que no están presentes, tales como empatía, humanidad, ética, generosidad, en fin varios aspectos que están lejos de ser técnicos sino que son aspectos personales básicos para que los equipos validen y confíen en los líderes. Este tipo de personas, que según el dicho son del tipo “sálvate tú misma”, tarde o temprano quedaran en evidencia, mostrándose tal como son y con sus reales intenciones, que no es más que salvarse ellos mismo independiente de que los equipos caigan en el camino, por lo general son las personas que dan el empujón final cuando los equipos están débiles para que éstos caigan; todo lo anterior con el fin último de salvarse ellos mismos, en fin, si vemos películas con finales felices, estás personas egoístas serían los “malos de la película”, los que nos hacen sufrir pero de los cuales sabemos que al final no llegarán a salirse con la suya, en resumen, jamás llegarán a ser buenos líderes.

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